318
Mis ojos están puestos siempre en el Señor, porque Él siempre me rescata de las trampas de mis enemigos. Salmo 25:15 Siempre pon tus ojos en Dios, en los momentos difíciles y en los momentos de bonanza, no le quites la mirada. Él abrirá tu corazón y tu mente para que vivas sabiamente cada día evitando futuros inconvenientes, ten fe y deja tu vida en sus manos.