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La mayor lección de amor, me la dio alguien que no hablaba la misma lengua que yo. Alguien que cuya voz se manifestaba a través de las miradas y sus movimientos, cada día a mi lado. me enseñó el significado del amor sin condición, la alegría permanente y la lealtad. Sin juzgarme, sentándose pacientemente para acompañarme en los momentos complicados, sin palabras me brindó el apoyo más inmenso y desinteresado que pueda existir.