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La gente no sabe qué hacer con su vida, pero con la tuya todo lo tienen muy claro. Con la suya tropiezan, cometen mil errores y los repiten, pero curiosamente cuando se trata de lo que no les pertenece, opinan sin ser consultados, aconsejan y dictan exactamente lo que deberías y no hacer, como si fueran expertos en tu destino. Recuerda que sólo tú tienes derecho de decidir que te viene mejor, son tus guerras y tus victorias, son tus decisiones y tus consecuencias; así que sigue tu intuición, utiliza la razón y construye una vida que te guste a ti, sin importar las expectativas ajenas.