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En todas las horas que marca el reloj, estás en mi corazón. No hay un día en que no te tenga presente, cuando despierto te pienso y cuando duermo, estoy soñando contigo; cómo explicarte que eres todo aquello que alguna vez imaginé y que disfruto demasiado de tu presencia, tanto como tu recuerdo. En cada segundo del día permaneces, así como en cada uno de los latidos de mi corazón.