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El señor es mi pastor nada me faltará. Salmo 23:1. Dios es como un pastor cuidando siempre de sus ovejas, nos protege, nos ilumina cada día, nos llena de fortaleza y alegría. En aquellos momentos en los que nos llenamos de preocupaciones sintiendo que perdemos la tranquilidad allí esta él, con su inmenso amor cuidando y protegiendo a cada uno de su rebaño por igual, sin importar el tiempo ni el lugar.