El día es noche cuando no te veo y días son las noches que te sueño. Cuando no puedo verte, el día se convierte en una extensión de la noche para mí, la luz del sol pierde su brillo y todo parece sumirse en una especie de penumbra emocional. Pero las noches adquieren una dimensión diferente cuando apareces en mis sueños, los limites del tiempo y la distancia desaparecen, llenando de luz cada parte de mi ser, porque te vuelvo a ver.