154
Dolió, pero ya aprendiste a no confiar tanto y a no dar demasiado. Las heridas dejan huellas, pero también dejan grandes lecciones y ésta es una que jamás olvidarás. Has comprendido la importancia de no confiar ciegamente ni a ponerte en segundo lugar por complacer a los demás. La generosidad tiene límites y debes encontrar un equilibrio para no dar tanto y más adelante, te pueda afectar. No te desanimes y mejor utiliza esta situación para crecer emocionalmente.