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Dios, que tu tiempo sea mi reloj y tu voluntad mi camino. Quiero aprender a esperar con paciencia y fe, entendiendo que tus planes son perfectos y tus promesas se cumplen en el momento indicado. Quiero caminar siempre con un propósito, sabiendo que, aunque no entienda el porqué de algunas situaciones, me estás enseñando grandes lecciones en la medida que avanzo. Fortaléceme y bendíceme en cada paso con tu presencia, Dios amado.