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Dios puede calmar las tormentas en tu vida. Salmos 107:29. Cuando en tu vida no paran los rayos y centellas de preocupación, esa lluvia constante de tristeza puedes recurrir a Dios, poner en él toda tu ansiedad, confusión y por qué no, la rabia que inevitablemente nos llega al corazón para que las saque de tu vida, para que te ilumine con nuevas ideas trayendo tranquilidad mientras pasa la tormenta, pon por completo tu vida en manos de Dios, llévalo siempre presente y verás nuevamente salir el sol.