Madre preciosa, deseo que hoy y siempre, sólo haya felicidad para tu inmenso y bondadoso corazón, porque sin duda te la mereces. Es tiempo de que te preocupes más por ti, has hecho demasiado por todos y ya es tiempo para que disfrutes de ti, para que te traces sueños nuevos y retomes los anteriores, encuentra eso que tú realmente deseas y sé cada día más feliz.