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Cuanto más te alejes de la gente negativa, más tranquila será tu vida. Alejarte de quienes contantemente te critican, devalúan tus acciones y pensamientos, se quejan o siembran desánimo en ti, no es un acto egoísta de tu parte, es cuidarte. Las energías que nos rodean influyen en nuestra manera de ver el mundo. La negatividad es contagiosa y si no se controla, puede afectarte emocional y físicamente. No se trata de rechazar a nadie, sino de elegir conscientemente en que ambientes y relaciones quieres invertir tu vida. Haz lo posible por tener tranquilidad y rodearte de personas que te inviten a crecer de una manera respetuosa y te recuerden todo lo bueno que hay en ti.