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Cuando te pongas como prioridad, tendrás que prepararte para muchas despedidas. Empiezas a reconocer tu valor, a cuidar de tu bienestar emocional, mental y físico, respetando tus limites y aunque suene positivo, también conlleva a ciertos desafíos, porque ya no estás disponible para lo que no te suma o hace daño, es entonces donde muchos hábitos y entornos comienzan a romperse. Tendrás que despedirte de aquellos que estaban acostumbrados a esa versión tuya que no podía negarse a nada, incluso a costa de su propia paz. Pero cada despedida trae consigo una bienvenida y eligiéndote, te abres a relaciones más sanas y a una vida más tranquila.