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Con todo mi corazón brindo por los que están en el cielo y no merecían irse antes de tiempo, por aquellos que lucharon de forma incansable y valiente contra una enfermedad, por los que nos fueron arrebatados por imprudencias de otros o que por decisión propia tomaron la decisión de partir, porque les extrañamos demasiado, les recordamos y siempre amaremos, Dios los tenga en su inmensa Gloria.