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Ahora que no estás solo puedo abrazarte en mis recuerdos y pedirle a Dios que puedas de algún modo sentir todo el amor que siempre tendré en mi corazón por ti. También pedirle la fuerza que necesito para poder seguir, para que no se me rompa el alma cuanto veo tus fotografías o hablo de ti; quiero recordar con cariño todo aquello que alguna vez compartimos y seguir adelante así como tú lo hubieras querido.