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No debemos rendirnos, para volver a empezar a pesar de los años y daños, cuando se tiene un espíritu fuerte no importan la edad, ni las cicatrices. Proyecta siempre nuevas ideas, con la mirada al frente para hacerlas realidad, alcanza todos tus propósitos, avanza cada día más sabio y más tranquilo, que nada te detenga, esa pasión tuya es inquebrantable y digna de admirar.