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Alguien con la mitad de tu talento te está ganando con el doble de consistencia. Y no porque sea mejor, sino porque no se detiene, ni deja todo a medias. Porque mientras tú dudas, esa persona avanza en medio de sus temores, mientras tu esperas el momento adecuado, ella lo crea. El talento abre puertas, pero la constancia las mantiene abiertas, porque de nada sirve tener un don si no lo ejercitas, si no lo acompañas con disciplina, con esfuerzo y confianza. Ten presente que la diferencia entre el que sueña y el que lo logra, está en la acción diaria, en levantarse incluso cuando no hay motivación. El talento te destaca, pero la constancia de sostiene y te impulsa.