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Un abrazo alimenta el alma, la tranquiliza, la llena de calma y yo te abrazaría todo el día si pudiera, me fundiría contigo porque desprendes magia, siento tu calor y el latir de tu corazón, nada se compara con ese abrazo que me das al llegar, al partir, en esos momentos difíciles y en los felices. No dejes de abrazarme.