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Tan hermoso e infinito el cielo que hay en tus ojos, que cada día me enamoro más de ellos. En cada mirada tuya encuentro tranquilidad, sinceridad y tantos sueños preciosos que se gestan en tu corazón. Ese brillo que irradias al sonreír con la mirada me llena de calor y felicidad; cada día que pasa me entrego más a ti, porque siento la absoluta seguridad de hacerlo sin importar las consecuencias.
