128
También hay que agradecer lo que no fue. A veces lo que no sucedió, te protegió de algo que quizás a la larga no te haría ningún bien. Cada paso en la vida nos lleva a ese lugar donde realmente necesitamos estar; así que demos gracias por lo que no pudo ser, por la gran lección que nos dejó y tengamos claro, que siempre vendrán nuevos anhelos y oportunidades de vivir mejores experiencias.