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Si te tratan mal, hazte bien y márchate. No tienes la obligación de quedarte donde no te valoran, ni justificar el maltrato bajo la excusa de la costumbre, el amor o el miedo. No puedes rogar por respeto ni cariño, así que no pongas tu dignidad en pausa para sostener lo insostenible. Alguien que te hiere con acciones, palabras o con su indiferencia, no te estima, no te quiere y mucho menos te valora, así que tu ausencia no le generará nada, pero a ti te dará la calma y el bienestar que hace tiempo estás necesitando.