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Ser odiado por multitudes de ignorantes, es el precio de no ser uno de ellos. Porque solo quien no tiene la capacidad de razonar para entender la conducta o los sentimientos de alguien más odia a su semejante. No esta bien sentir envidia, ni ver por encima del hombro a quienes estén cerca de ti; no hay que caer en ese circulo de personas tercas que odian a quienes no pueden comprender.