Que fortuna tiene el cielo de tenerte ahí, porque eres el alma más preciosa. Te extraño siempre, en todo momento y lugar, aunque ya no estés a mi lado los recuerdos me llenan de alegría y me dan el valor que muchas veces necesito para seguir adelante; es inevitable que también sienta tristeza, porque dejaste un vació enorme en mis días. Espero que tengas calma, paz y que de algún modo sepas que aquí no se te deja de recordar ni de amar.