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Para mí es una alegría saludarte cada día, perdona si llego en medio de tu desayuno, mientras disfrutas de un merecido café o pan tostado pero lo cierto es que mi felicidad es saberte bien, y cuando la felicidad se escapa de ti me gusta estar presente para devolverte esa bella sonrisa y recordarte que todo estará bien, que cuentas conmigo y que puedes alcanzar lo que sea, ten un hermoso día.