62
Perdona y dale paz a tu alma. No te satures con pensamientos tristes que dañen tu interior, suelta las amarguras y perdona a quien te hirió con o sin intención, tu alma no merece estar intranquila soportando un peso que no se buscó, libérala de su sufrimiento, levanta tu voz y con toda sinceridad perdona, vas a sentir como cae de tus hombros el absurdo peso del resentimiento.