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No quiero que pienses como yo, solo quiero que pienses. No es mi deseo el imponerte ideas, sino invitarte a que puedas reflexionar por tu cuenta y que cuestiones lo que das por hecho. Que examines las situaciones que vives desde diferentes ángulos y llegues a tus propias conclusiones, para que evoluciones y encuentres tu verdadera esencia. Por eso, más que coincidir conmigo, anhelo desde el respeto y cariño que te tengo, que desafíes tus propias creencias y continúes creciendo, sin presiones a tu manera y en tus tiempos.