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No puedes competir conmigo, yo también quiero que ganes. Porque no veo la vida como una carrera en la que uno debe llegar primero mientras los demás se quedan atrás, por el contrario, creo en el poder de crecer juntos, en la fuerza de celebrar tus logros como si fueran míos. Tu éxito no significa una amenaza para mí, es algo que me inspira, porque no vine a ser tu rival, vine a impulsarte y a recordarte cuan capaz eres y también lo mucho que te mereces. En un mundo que a veces nos lleva a las comparaciones, yo elijo admirarte, apoyarte y celebrar tus victorias. Porque cuando tú ganas, todos los que te apreciamos de verdad, ganamos contigo.