17
Nadie puede cambiar el ayer, pero si puede arruinar su presente preocupándose por el mañana. El pasado es inalterable y por más que los recuerdos resuenen entre pensamiento, es imposible volver atrás para reescribirlo. Desgastarse imaginando un futuro que aún no ocurre roba la paz, evitando así que disfrutemos del presente. Hay que soltar lo que pasó y no aferrarse a un mañana indescifrable. El único tiempo que tenemos el presente y en lo posible, hay de vivirlo plenamente.