Me gustan las cosas caras, esas que no cualquiera puede dar. “La verdad” por ejemplo. No me centro en los objetos costosos, lo que más valoro son esas cosas intangibles y valiosas de la vida, como la honestidad. Es una época en la que la mentira abunda y prefiero enfrentar situaciones difíciles que vivir bajo una dulce mentira de la cual solo obtendré un amargo despertar.