57
Me encantas, pero jamás te rogaré. Es cierto que contigo la paso bien y que adoro tu manera de ser, pero no puedo estar siempre detrás de ti, rogando por un poco de tiempo ni por tu atención; sé cuanto valgo y cuanto tengo para ofrecerte, mis intenciones hacia ti son claras y sinceras, pero sino es tu deseo estar conmigo, también lo entenderé.