223
La juventud no es un tiempo en la vida, es un estado del espíritu porque, aunque los años se sigan sumando el espíritu cada día se hace más feliz porque es un poco más sabio y se alegra por lo que día a día vive, de cada quien depende conservar ese niño curioso, ávido de conocer cosas nuevas y a ese joven que se maravilla por abrazar nuevas experiencias.