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He cambiado, tengo nuevas metas, pocos amigos y no me meto en problemas. Ahora otras son mis prioridades y sinceramente es algo que me alegra, porque he aprendido a darle a la vida una nueva perspectiva y el valor a lo que realmente importa y me beneficia. No me interesa estar en todos lados, mucho menos tratar de agradar a todo el mundo, aunque tengo pocos amigos son valiosos y me ofrecen su apoyo, compañía y tranquilidad entendiendo mis actuales cambios. No estoy alejándome de la realidad, solo estoy decidiendo dónde, en qué y con quiénes invertir mi energía y cariño.