121
Hay personas que te hacen florecer cuando llegan y otras te hacen florecer cuando se van. Es tanto el poder del ser humano que puede iluminar u opacar la vida de otros, es por eso que debemos escoger muy bien de quien nos rodeamos y darnos el valor que merecemos; porque el brillo de nuestro ser en ninguna circunstancia debe depender de la presencia de alguien más.