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Hay ausencias que representan un verdadero triunfo. Hay momentos en que sólo resta alejarse de entornos dañinos o relaciones tóxicas para poder tener paz y continuar en nuestro proceso de crecimiento personal. No viniste al mundo para aguantar malos ratos, viniste a disfrutarlo. Así que libérate de lo que te retiene y reconoce cuándo es momento de partir.