Habla, dime lo que ahora te duele para que te duela menos, desahógate si te es posible, sabes que cuentas conmigo y no voy a juzgar tus sentimientos ni manera de pensar, estoy aquí para escucharte, para que liberes tu rabia, tu tristeza, tus desacuerdos; aunque no comprenda del todo lo que te sucede, trataré de entenderte y acompañarte.