Este mundo es una comedia para quienes piensan y una tragedia para quienes sienten, pues en el conviven la ironía de la razón y la intensidad de la emoción. Así que aquellos que observan el mundo con una mente analítica y con lógica, encuentran en los absurdos de la existencia un motivo para el humor y la reflexión. Mientras que los que viven con el corazón abierto y las emociones a flor de piel, experimentan con intensidad cada alegría y dolor, porque se conmueven hasta el llanto y se desgarran ante la perdida. Así el mundo no es ni una comedia ni una tragedia; es un escenario donde cada persona decide cómo interpretarlo. La clave es encontrar un equilibrio entre pensar y sentir, en sonreír sin dejar de conmoverse y comprender sin perder la sensibilidad.

ESTE MUNDO ES UNA COMEDIA PARA QUIENES PIENSAN Y UNA TRAGEDIA PARA QUIENES SIENTEN
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