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De aquí no te llevarás lo que tienes, sólo te llevarás lo que diste. Las riquezas del alma son las que trascienden y las posesiones, por más valiosas que parezcan no perduraran más allá de esta vida, porque al final, no serás recordado por las cosas que acumules, sino por cómo hiciste sentir a los demás y por el impacto que dejes en este hermoso mundo.