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Cuando sientas que ya no das más y que vas a rendirte, piensa en por qué empezaste, qué fue eso que te trajo por este camino, los deseos que te impulsaron a iniciar el recorrido y a donde quieres llegar. No desistas, has avanzado bastante no vayas a dejar todo tu esfuerzo tirado por un mal momento, no cedas confía en que vas a alcanzar tu objetivo.