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Cuando soplan los fuertes vientos de cambio, algunos lloran, otros construyen paredes y otros molinos de viento, aprovechan ese impulso que trae la vida para definir por completo su destino, se adaptan y salen adelante, no se enfrascan en lamentaciones ni sienten temor a que algo tan fuerte les saque de su zona de confort. Haz parte de los que se ajustan y mejoran.