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Con tus heridas, con tus cicatrices y con tus lágrimas, te acepto y te quiero. No tienes porque preocuparte, abriste tu corazón conmigo y créeme que no pienso lastimarte, no me aprovecharé de la confianza que me has brindado; así con todas tus glorias y derrotas humanas quiero estar a tu lado para que vuelva a ti la confianza, para que te des cuenta de que esta al mundo no se vino únicamente a sufrir.