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Cada día aprendo un poco más y confío un poco menos. Todo me regala una enseñanza, el mundo, las personas que me rodean, mi existencia y modo de vivir. Cada experiencia me brinda una lección y con cada una me lleva inevitablemente a confiar un poco menos, porque soy más consciente de cuidar mi corazón y mi bienestar, así que no debo entregar mi confianza a la ligera.