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¡Buenos días! Que Dios te proteja de lo que tus ojos no pueden ver y de lo que tus oídos no escuchan. Que estés a salvo de las amenazas imposibles de percibir, Dios te cuide de cualquier mala intención que pueda haber sobre los tuyos y sobre ti, para que sigas así y más feliz. Dios sabe que tienes un corazón hermoso que no merece ser dañado, sino protegido y amado.