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A pesar de tu dolor, sigues teniendo un corazón de oro y eso es algo que nadie te puede quitar. Esas tristezas y momentos amargos, no te han robado la bondad y el amor, en cambio te han convertido en un ser más empático, más consiente de su vida y de todo cuanto le rodea; tu hermoso corazón posee un incalculable valor, no te olvides de ello.