109
Un día lloré tanto sobre mis cenizas, que florecieron. Esta vida me ha ofrecido instantes muy dulces y también muy amargos, he enfrentado a la cara a la tristeza más de una vez, he caído en las profundidades de la desesperación, pero en cada momento amargo, he hallado la fuerza para encontrar la manera de adaptarme y comenzar con más fuerza.