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Te veré en la eternidad, porque mi amor no conoce el final. A donde sea que vaya, siempre te voy a recordar y desearé que allí donde te halles estés bien, que no tengas ninguna preocupación, tristeza o dolor, que tu alma se halle en inmensa paz; mereces ser más feliz y confío en que en algún momento te pueda volver a abrazar y que esta vez sea por toda la eternidad.