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Renuncié, es verdad, pero no te imaginas cómo luche primero, busqué muchas maneras de no terminar con todos aquellos anhelos que tenía, me entregué por completo y creo que ese fue mi mayor error y no muy tarde comprendí que perdía mi tiempo, no me digas que me rendí, no fue fácil admitir que estaba librando una batalla en soledad mientras tu solo te dedicabas a mirar.