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Lo que ahora te sucede no duele para que sufras, duele para que cambies, para que abras los ojos y comprendas qué es lo que te afecta, está bien sentirse mal un rato y enjuagar con lágrimas tus tristezas, pero toma las lecciones que los momentos difíciles te dejan y mejora tu vida, enriquece tu ser, es lo mejor que puedes hacer por ti.