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No cuesta nada agradecerle a Dios por un día más de vida. A veces damos por sentado nuestra existencia y pasamos por alto el agradecer a Dios por ese privilegio que nos brinda, el recibir el calor del astro sol, la brisa, su amor, sus hermosas bendiciones y protección constante. Por eso y por más demos gracias también a Dios y por esas habilidades que nos ha otorgado para vivir intensamente el día a día.