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Las cosas más bellas de la vida no son perfectas, son especiales. Esos pequeños pero invaluables detalles que nos ofrece el mundo son los más preciosos que existen, esos que vemos a través de las ventanas del alma e inundan nuestro corazón por completo de inmensa alegría; son los instantes, las personas y los sencillos objetos los que le dan un verdadero sentido a nuestras vidas.