289
La persona que yo más necesitaba, me enseñó que yo no necesito a nadie. Fue una lección dura, pero profundamente liberadora, porque comprendí que la autosuficiencia emocional y la capacidad para valerme en soledad, son fundamentales para mi bienestar y crecimiento personal. Aprendí a confiar en mis propias fortalezas, a tomar decisiones por mi cuenta y con seguridad, enfrentando cada desafío de manera independiente. No estuvo cuándo más le necesité, pero aprendí que no necesito de nadie sino de mí para vivir.