8
La disciplina no es hacerlo perfecto. ¡Es hacerlo! Significa intentarlo y avanzar incluso cuando las condiciones no son las ideales, cuando quizás ni tienes ganas. No se trata de tener todo bajo control ni evitar errores, sino de comprometerte con tu objetivo y contigo, dando en lo posible lo mejor cada día y reconociendo que el progreso nace de que seas constante, no perfecto.